Si buscas un postre fácil y rápido, este crumble vegano de cereza, frambuesa y pera es la respuesta. Preparado con ingredientes naturales y sin productos de origen animal, es perfecto para compartir con amigos y familiares
Calienta el horno a 350 ºF. En un molde para horno cuadrado, coloca las cerezas, frambuesas y pera de manera uniforme. Agrega el jugo de limón, el azúcar y una cucharada de harina de tapioca o almidón.
Asegúrate de mezclar bien la fruta con tus manos para garantizar una distribución homogénea. Acomoda la fruta en el molde de manera que quede completamente cubierta.
En un tazón aparte, combina la avena, la harina de almendras y la quinoa. Mezcla estos ingredientes secos hasta obtener una consistencia uniforme.
Espolvorea esta mezcla sobre la fruta, procurando que quede una capa pareja que cubra toda la superficie. Mezcla en un bol aparte la miel de maple y el aceite de coco.
Luego, vierte la mezcla sobre la capa de harina de almendras, avena y quinoa, asegurándote de distribuirla de manera uniforme.
Lleva el molde al horno y hornea por 15-18 minutos, retíralo cuando la fruta esté burbujeante y la parte superior esté dorado
Notas
Para guardar el crumble de manera adecuada:
Deja enfriar completamente a temperatura ambiente.
Transfiere a un recipiente hermético o cubre con papel de aluminio/envoltura de plástico.
Almacena en el refrigerador para guardar por más de un día.
Para recalentar, utiliza el horno a baja temperatura o el microondas en intervalos cortos.
Para guardar por más tiempo, congela envuelto en papel de aluminio o en un recipiente apto para congelador.
Descongela en el refrigerador y luego recién calienta en el horno.