Precalienta el horno a 180°C (350°F) y forra un molde cuadrado con papel para hornear.
Prepara la mermelada de frambuesa y chía. Reserva.
En un tazón pequeño, mezcla la linaza con el agua y deja reposar 5 minutos.
En el procesador, pulsa las almendras unas 6 veces hasta que queden como arena gruesa (¡cuidado que no se vuelvan crema!).
Agrega la avena y pulsa otra vez. A mí me gusta dejar algunas hojuelas enteras.
Incorpora la harina, el bicarbonato y la sal. Pulsa hasta integrar todo.
En un tazón grande, mezcla el aceite de coco, la miel, el azúcar, la vainilla y la linaza hidratada.
Añade la mezcla seca del procesador al tazón con los líquidos. Mezcla bien. Debe quedar una masa pegajosa.
Presiona ¾ de la mezcla en el molde, compactándola bien con un vaso o cuchara.
Cubre con la mermelada de frambuesa y chía.
Espolvorea el ¼ restante de la mezcla sobre la mermelada como cobertura.
Hornea por 25–30 minutos, o hasta que la parte superior esté dorada y se sienta firme.
Deja enfriar completamente antes de cortar en cuadros.
🍓 Notas
Notas
Si no tienes procesador, puedes usar una licuadora por partes.Para versión sin nueces, usa semillas de girasol o aumenta la avena.Estas barritas se pueden guardar en el refrigerador hasta 5 días o congelar hasta 1 mes.Perfectas para lunch, envueltas en papel encerado.